jueves, 14 de noviembre de 2013

La belleza de la naturaleza (cuando callar no es una opción)



 La belleza de la naturaleza
me penetra desde afuera
pero nace de adentro
siempre está en mi
perplejo me siento
frente a ella

Y me pregunto...

Tiene alguna razón
de ser, hay objetivo
en la belleza?

Quién define,
quién propone
lo que es bello?

Como se manifiesta,
como se percibe
la belleza?

Esconde el olor
también
belleza?

Esconde el tacto
también
belleza?

Mi amor por ti
mi amor por mí
por los que nos precedieron
por nuestros hijos
por mis compañeros de ruta
y por aquellos que no conozco
no nacen de la belleza?

La empatía
la compasión
la armonía
la felicidad
la música
y el arte
no nacen de la belleza?

Y pienso...

No preciso
darle nombre
a sus elementos,
la belleza
está en el conjunto,
en un todo difícil de explicar
con el lenguaje
y con definiciones

Qué mayor valor
puede ella regalarme
que no sea ser ella misma,
permitiéndome
regocijarme
en su estética,
sin entender
que es lo que la define?

Qué maravilla
no entenderla
pero si percibirla
a pleno
con la profunda
convicción
de que su razón
es mi razón

La belleza natural
es universal
no conoce credos
no conoce etnias
no conoce idiomas
no conoce tiempos
simplemente
se manifiesta

La belleza natural
no precisa de nada
ni ser comprendida
ni que se la defina
simplemente existe
sin que el lenguaje
pueda abarcarla
solo nombrarla

Y siento que...

Quiero recordar
de nuevo
mi origen
quiero reconocerme
en ella
quiero ser uno
con ella

Quiero que
su luz
ilumine los
espacios
de sombra
disipando
la tristeza

Quiero que
ella se exprese
se muestre
sin necesidad
de explicar
su razón
de ser

Quiero que
simplemente
sea ella
la dueña
de la fiesta
sin apropiarme
de ella.

Y sostengo que...

Quiero defender
la belleza de la naturaleza

por encima
del dato
que la cuantifica

por encima
de la justificación
que le da su uso

frente a la
codicia y
y el uso egoísta

sin necesidad
de justificarme
frente a otros

por ella misma
sin negociar
su importancia

porque ella
me da fuerza
vital

Quiero defender
la belleza de la naturaleza

en silencio
con alegría
con pasión

con un beso
con la palabra
con un gesto

con la poesía
porque ella
la inspira

porque sin ella
el mundo seria
gris, sin sentido

porque frente
a ella
enmudezco

Quiero defender
la belleza de la naturaleza

porque no la
entiendo y no
puedo definirla

porque de ella
depende
mi esencia

porque su olor
me invade
me embriaga

porque su valor
estético
me completa

porque su color
anida en mi
cual arco iris

Quiero defender
la belleza de la naturaleza
sin interrogarla
y sin pedirle nada

Y digo...

Defender
la belleza
es defender
nuestro "ser"
humano

Defender
la belleza
es defender
la vida,
nuestra vida

No quiero que
la hieran
no quiero que
la lastimen

Quiero ser
guardián de la
morada
que la contiene

Y no hacen
falta motivos

la quiero defender
con fuerza
con energía
con palabras

sin retroceder
y defenderla
simplemente
"porque si"


Escrita el 7 de noviembre de 2013, entre las nubes que flotan sobre el Océano Pacifico, entre Nueva Zelanda y Chile...y recordando la frase de mi amigo Claudio Campagna que al referirse a la "Naturaleza lastimada" dice, "es necesario generar confianza en la palabra: la poesía ayuda" (de su libro: Bailando en tierra de nadie).