jueves, 6 de octubre de 2022

El mar y su presente


 

El mar es simple presente

su movimiento, sus olas

esas olas que bañan mis pies

esas olas que mueren en la rompiente

esas burbujas que llegan

se quedan, se desvanecen

mis pisadas, las pisadas de otros

dejan su huellas, más grandes,

más pequeñas, más profundas

 

El mar es el creador de todas las cosas

fiel abrigo de todas las olas

olas que lentamente se retiran

luego de acariciar una y otra vez la playa

dejando un mundo al descubierto

un guijarro posado sobre la arena

esa arena que besa todos los mares

ese cangrejo que queda expuesto

y corre con ahínco de regreso al agua

un trozo de alga que es besado, abandonado,

vuelto a besar, por olas enamoradas pero indecisas

un ave cuya sombra me conecta con el cielo

nubes que cambian siempre de forma e intensidad

 

Al mar lo percibo con todos mis sentidos

que renacen en su presencia

mi vista se regocija aquí y allá lejos

horizonte e infinito se dan la mano

el calor del sol dora mi piel

la sal ancestral besa mis pies y mi boca

la brisa cargada de mar me penetra y permanece

mis pulmones se expanden frente a ese aire

su sonido me relaja, me energiza, me conmueve

 

Mi amor por el  mar me conecta con él,

me hace sentir vivo, me llama a la aventura

me conecta con asombrosas criaturas,

habitantes de un mundo azul

me invita a penetrar en él

que es regresar al seno materno

al lugar de donde surge la vida, mi vida

 

El mar me permite dejar el pasado, no pensar en mi futuro

estremecerme frente al rugido de sus olas,

mirarme, sentirme hacia adentro

pisar la arena, estar allí,

simplemente estar, simplemente ser

porque el mar es meditación natural

una enseñanza ancestral

su luz cambia constantemente

conecto con la luz de ese momento,

que al cambiar es luz de otro momento

pero siempre del momento presente

Porque el mar es simple presente

 

Bariloche, Octubre 2022…inspirado en las caminatas en el mar de Praia do Forte, Bahía, Brasil (Septiembre 2022)

domingo, 19 de junio de 2022

Querer o no querer

 




PARTE I

 

No quiero a aquel que rechaza mi cariño

                Si quiero a aquel que me regala su amistad

 

No quiero a aquella que con frialdad me engaña

                Si quiero a aquella que con amor me mira

 

No quiero a ese bravucón que me empuja al caminar

                Si quiero a ese amigo que me abraza con firmeza

 

No quiero a esa que sin  amor finge deseo

                Si quiero a esa que me besa con dulzura

 

No quiero al soberbio que controla y manipula

                Si quiero al maestro que con humildad enseña

 

No quiero a la que sin empatía me maltrata

                Si quiero a la que con amor me seduce

 

PARTE II

 

No quiero el sofocante calor de los trópicos

                Si quiero el suave sol de una tarde de verano

 

No quiero el olor mortecino de los sótanos

Si quiero el aroma perfumado de tu piel

 

No quiero el ruido de agudos silbatos

                Si quiero el suave murmullo de las olas del mar

 

No quiero los sucios gases de las grandes ciudades

                Si quiero el aire puro de las mañanas del bosque

 

No quiero la oscuridad de abandonados callejones

                Si quiero la luz de una primavera que renace

 

No quiero la niebla que dificulta mi camino

                Si quiero la vista que me regalan las montañas

 

PARTE III

 

No quiero una mueca cruel que me perturbe

                Si quiero tu sonrisa que se refleja en la mía

 

No quiero un puño que me agreda con violencia

                Si quiero tu mano que se funde con la mía

 

No quiero dos brazos que me opriman con dureza

                Si quiero tu abrazo que con ternura me completa

 

No quiero un olor acido que lacere mis pulmones

                Si quiero tu perfume dulce que despierta mi hombría  

 

No quiero dos ojos fríos que al mirar no me vean

                Si quiero el brillo de tu mirada que conecta con la mía

 

No quiero una boca que me roce con desprecio

                Si quiero tus labios que juguetean con los míos

 

 

 Querer o no querer

esa es la verdadera cuestión

en la vida