Miro el ancho lago al
atardecer
bien podría ser un mar de
lágrimas
lágrimas de tristeza,
lágrimas de alegría
El sol se ha ocultado detrás
de las montañas
como la llama del amor
que un día decide esconderse
pero la luz del sol, como
el amor,
aunque leve sobrevive
detrás de la pared granítica
Espero un largo rato y
vuelvo a mirar
fijo la mirada en las montañas,
seguro de que la
oscuridad ya la ha atrapado
pero no, la luz sigue
viva...
y aunque leve, se siente
profunda, real, presente
Miro a la estepa y veo otra
luz
también tenue
quiere asomarse
poco a poco una luna
redonda, ancestral
surge inmensa y poderosa
Por momentos su cara es
alegre, viva
por momentos blanca,
triste, sin vida
su redondez es
cautivante, magnética
su luz irradia al lago
lo busca, lo cubre, lo
envuelve
Vuelvo mi mirada a las montañas
seguro que la llama del
sol/amor
ya debe haber sucumbido,
pero no,
ella sigue presente nítida
como un resplandor
agonizante
en la profunda oscuridad
La luz del sol es como el
amor
que creció a través de
los años
el amor que se hizo
carne, órgano, energía
una simple pared granítica
no puede con él,
solo el tiempo, el
movimiento...
suavizarán esa llama...
Diminuto me siento,
pequeño organismo
atrapado por la llama del
sol,
tratando de despedir al
amor,
y dar lugar a esa redonda
luna
prologo de un final y de
un nuevo comienzo
Diminuto me siento
atrapado entre el sol y
la luna
Bariloche - entre Diciembre 2013 y Marzo 2014
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