lunes, 11 de abril de 2016

Es caprichoso el azar



 

Mientras atravieso mi momento, trato de estar atento a lo que la vida puede ofrecerme...y siento en mi cuerpo una nueva fuerza de vida, ancestral y pura, una energía poderosa que me recorre.  Es en esos momentos donde hago el ejercicio de respirar conscientemente...sintiendo bocanada a bocanada ese nuevo aire que me atraviesa, me recorre, me embriaga...y es allí cuando siento que la musa toca nuevamente a mi puerta...y que es hora de escucharla.

Como un compositor universal siento que es el momento de crear nueva música, elegir el instrumento, descubrir la melodía, dejando que el corazón baile, y al hacerlo despedir las preocupaciones... y ya sin carga, besar al amor con alegría.

Cada uno interpreta la vida como puede...hay quienes se entregan al universo y consideran que ese ente tan difuso es el que condiciona nuestra vida, la vida de nosotros pequeños seres, diminutos, inexistentes, sin importancia...yo creo que todo se mueve....que inciertos son los caminos.

Desde pequeños damos nacimiento a nuestros sueños, forjamos la senda que habremos de transitar, y lo hacemos paso a paso, tomando decisiones siguiendo nuestro corazón y así vamos creando ilusiones a las cuales nos aferramos...pues son ellas un importante motor en nuestras vidas.  Apelamos a nuestro espíritu compositor y así imaginamos notas, soñamos melodías y escribimos nuestra propia canción. 

Esa melodía tan nuestra, profunda y personal resulta a veces atractiva, y un día sin quererlo, nos encontramos encaramados a un dúo, creando un canon...una nueva melodía universal de a dos...y así nos proyectamos en el tiempo...vivimos, nos olvidamos del tiempo...nos dejamos llevar por esa partitura que parece eterna. 

Sin embargo, un día cualquiera al dar vuelta la página nos encontramos con notas que se mezclan, desaparecen, se transforman saliéndose del pentagrama y nuestro trino de amor muere en disonante final. 

Es el azar que detrás nuestro se esconde,
como un niño travieso, agazapado
experimenta con nuestras vidas
sin responder ni a leyes, ni a tratados

Azar que con nosotros juega
nos da, nos quita, es su forma de amar
abrazarlo resulta imperioso
abrir las alas, echar a volar

Pues ante todo, la vida es hermosa
hay que vivirla como el halcón
volar libre, con decisión encararla
y no mirarla desde un balcón

Mente libre, corazón abierto
nuevas ilusiones, nuevo porvenir
soltar amarras, hinchar las velas
y abrirse al amor que ha de venir

Aunque el azar juegue conmigo
y navegue en un mar de incertidumbre
un día sin saberlo besaré tu playa
tu sonrisa brillará en la muchedumbre

Estaré atento a tu mirada
me perfumará tu capacidad de amar
pero esta vez no pondré rumbo fijo
pues es caprichoso el azar

Bariloche 11 de abril 2016 (pero iniciada hace mucho tiempo)

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