miércoles, 12 de octubre de 2011

Hay un doblón de oro sobre la arena


Trozo de oro, con ilusión forjado
Brilloso, suave y redondeado
Reposa solo, sobre la arena, abandonado
Quizás sea el regalo de un navío varado

Al recogerlo, numerosas historias aparecen
De bergantines, llenos de ilusión, que las olas mecen
Luchas de poder, piratas, corsarios, sueños de avaricia
Atraídos por el valor del oro, buscando su suave caricia

Mi barco también navegó a destinos desconocidos
Tesoros enterrados, cofres, joyas, eran mi destino
Tras el oro iba, o quizás era a ti a quien buscaba
Atraído por el dorado brillo de tu mirada

Finalmente, te encontré mi dulce doncella
Y abracé tu figura, cada día más bella
Mi cuerpo de pirata por el mar endurecido
Vibra ahora embrujado por el amor correspondido

Siento que ese doblón, mi felicidad representa
Todo tiene sentido, los días de sol, aún los de tormenta
Increíble imaginar lo que un trozo de oro nos evoca
Pero el cerebro tiene sus caminos, y el corazón no se equivoca

Dejo el doblón allí, donde reposaba abandonado
Quiero imaginarme que otro pirata, también enamorado
Lo encontrará, lo tomará, evocará sus sueños
Y el doblón volverá a la arena, para así descansar sin dueño.

Bariloche, 25 de Agosto 2011

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